El Sábado 22 de Octubre de 2011 es un día que nunca olvidaré. Durante años he soñado con la posibilidad de ver a Spielberg en persona y hace unos días pude cumplirlo.
Desde el mes de Mayo, cuando empezaron a salir las primeras noticias sobre una doble premiere de Tintin y Bruselas, tanteé la posibilidad de ir, y gracias a los 3 amigos con los que fui, tan fans y locos como yo, terminé por decidir que valía la pena intentarlo.
Tras muchos meses de dudas, y de alguna noticia falsa que nos hizo sufrir mucho en la que se decía que la premiere había cambiado de lugar, llegó el momento de hacer las maletas y plantarse en Paris, más concretamente plantarse en el Grand Rex, lugar donde iba a realizarse el pre-estreno, por la mañana para pillar sito en primera fila.
Aquí los operarios montando el unicornio que adornaría la elegante entrada a la premiere:
Desde el mes de Mayo, cuando empezaron a salir las primeras noticias sobre una doble premiere de Tintin y Bruselas, tanteé la posibilidad de ir, y gracias a los 3 amigos con los que fui, tan fans y locos como yo, terminé por decidir que valía la pena intentarlo.
Tras muchos meses de dudas, y de alguna noticia falsa que nos hizo sufrir mucho en la que se decía que la premiere había cambiado de lugar, llegó el momento de hacer las maletas y plantarse en Paris, más concretamente plantarse en el Grand Rex, lugar donde iba a realizarse el pre-estreno, por la mañana para pillar sito en primera fila.
Aquí los operarios montando el unicornio que adornaría la elegante entrada a la premiere:
Un decapitado tintin hace su aparición durante los preparativos
"Cataplasma, Marinero de agua dulce..."
Las Lonas cubriendo las vallas... todo estaba ya preparado.
Ya solo quedaba esperar... y esperar...
El momento fue espectacular, y que visto ahora con perspectiva parece casi irreal: tuve la suerte de que me firmara 2 cosas, esta imagen de En Busca del arca perdida.

Y este poster de Tintin, que además de él me firmaron el resto de asistentes, Gad, Jamie Bell, Kathleen Kennedy y Letteri:

Como colofón final, cuando ya había terminado de firmar y de atender a los medios... al pasar por mi lado pude darle la mano, he tenido la suerte además de que alguien inmortalizara con una foto el momento justo anterior:

Sí, esa es mi mano extendida... Hasta aquí esta experiencia, que por supuesto nunca podré olvidar. Gracias Steven, y hasta otra.